Un paso más allá de Swarovski Optik
En más de una ocasión he oído decir que las ópticas de Swarovski eran excelentes, pero que sin embargo los accesorios no estaban a la altura. En la práctica este hecho me había pasado algo desapercibido a pesar de ser usuario de la marca austriaca; te acostumbras a unos sistemas y no te detienes a pensar si son mejorables, pero mientras tanto sufres con correas que se enroscan, tapas que se caen o se pierden, ajustes de dioptrías que se modifican accidentalmente y muchas más circunstancias que incomodan y hacen que pierdas instantes preciosos en la observación, ya sea de ocio o de trabajo. ¿Cuántas veces no habré perdido a un ave de vista mientras trataba de colocar bien la correa que se había enganchado u otras circunstancias similares?
El pasado junio realicé un viaje a Varanger, invitado por Swarovski Optik, junto a otros pajareros, con el fin de conocer y probar el nuevo desarrollo que esta casa de óptica ha realizado y que presenta precisamente hoy. En este viaje (del que hablaré de forma mucho más extensa en una próxima entrada), además de disfrutar de las aves en este magnífico destino, pudimos conocer una experiencia de turismo ornitológico realmente ejemplar. Sin embargo, los asistentes estábamos intrigados por saber qué es lo que nos iban a anunciar hasta que las cuidadas explicaciones de Dale Forbes, jefe de marketing de la sección de naturaleza, ocio y viajes de Swarovski Optik, nos presentó el nuevo sistema FieldPro.
FieldPro no es una nueva óptica, sino que resulta ser una serie de mejoras en los accesorios en la serie de binoculares EL. Las mejoras que aporta FieldPro se han realizado a partir de comentarios y sugerencias realizadas por numerosos usuarios de estos binoculares, así que no constituyen un desarrollo realizado a la ligera, sino que tratan de solventar problemas y molestias reales.
Quizás la parte más novedosa y práctica sea la nueva correa, que está sujeta al binocular mediante un sistema de bayoneta y con con la clásica cinta plana atada a un asa. Este sistema de bayoneta puede realizar un giro completo que, unido a que la correa es cilíndrica (y no plana) evita el enroscamiento de la misma. Aunque esto parezca una tontería a mi me pareció muy práctico y probarlo durante más de tres días en plena taiga, tundra y mar, en observación estática o realizando paseos, con más o menos ropa encima y viviendo diversas circunstancias me convenció por su comodidad y por solucionar una serie de problemas que se presentan en más de una ocasión a lo largo de las jornadas de pajareo. Este sistema es además, fácilmente ajustable en longitud y desmontable, con lo que puedes poner y quitar la correa en pocos segundos, facilitando unas labores que antes llevaba varios minutos y que además no solían resultar fáciles.

En esta imagen se puede apreciar la nueva correa montada en el binocular mediante la mencionada bayoneta, así como el sistema de ajuste de la longitud de la misma.
Otra de las novedades es el sistema de tapas. Con las tapas de que disponíamos hasta ahora, agarradas al binocular con una abrazadera, ocurría que en muchas ocasiones acababan cayéndose. Muchos terminábamos optando por retirarlas, con lo que las lentes quedan más expuestas a la suciedad y a roces o golpes. Las nuevas tapas van enganchadas a la estructura del binocular mediante un ingenioso sistema que evita que se caigan, pero es que además también pueden soltarse fácilmente, con lo que si en algún caso molestaran (como cuando hace viento fuerte), éstas se pueden guardar.
La tercera gran novedad es un nuevo sistema que evita que las dioptrías ajustadas a la vista de cada observador no se suelten accidentalmente con la facilidad con la que ocurre actualmente, pues pueden fijarse. Este sistema además no supone un esfuerzo extra cuando este ajuste deba modificarse; es bastante sencillo.
Existen otras pequeñas mejoras de menor entidad pero que completan el set: una nueva funda más práctica, un nuevo cubreocular más fácil de colocar y retirar, una goma protectora más agradable al tacto y hasta una correa flotante que evita que el binocular se hunda en el agua en el caso de que éste caiga de forma accidental.

Dale arroja sin compasión unos EL al agua en el puerto de Vardø para probar la flotabilidad de la nueva correa.

Aunque no se aprecie bien ahí están los EL sin hundirse gracias a la correa flotante, que es de color naranja fosfórico para facilitar su localización en el mar.
En conjunto me parece un buen avance y progresión en el desarrollo de estas ópticas, añade funcionalidad y soluciona varios pequeños problemas que nos afectaban en el día a día y creo que marcarán una tendencia.
Muchas gracias al equipo de Swarovski Optik por esta invitación, así como a todos mis compañeros de viaje y a los guías de Biotope (la empresa que nos guió en Varanger).
Recent Comments